Título: La mujer del camarote 10
Autora: Ruth WareGénero: suspense, misterio
Fecha de publicación: 29/06/2017
Editorial: Salamandra
Páginas: 352
Precio: 20,00 €
Has
sido testigo de un asesinato... y nadie te cree.
La
invitación a un crucero de lujo, que zarpa de Londres rumbo a los fiordos
noruegos, es como un sueño hecho realidad para Laura Blacklock, una joven
periodista en horas bajas. Los primeros compases de la travesía discurren
conforme a lo previsto: el ambiente del barco es suntuoso, el servicio, de
primera categoría, y el pasaje derrocha elegancia, simpatía y dinero. Sin
embargo, todo cambia cuando, una noche, un grito aterrador despierta a Laura,
quien, estupefacta, observa cómo el cuerpo de una mujer cae al mar desde el
compartimento contiguo.
Al
dar la voz de alarma, la tripulación le asegura que el camarote número 10
siempre ha estado vacío y que no falta ningún pasajero a bordo. Así, con
creciente inquietud, Laura comprueba que... nadie la cree. Y lo peor no es que
se sienta sola y aislada, sino que una serie de extraños acontecimientos la
convencen de que ella puede ser la próxima víctima.
Opinión:
Un
día, mirando la estantería, vi un libro, un libro que recuerdo que me gustó
mucho, pero no me acordaba del porqué; así que decidí volver a leerlo.
Un
libro que empieza con un robo; un robo que tiene lugar en casa de nuestra
protagonista, Laura Blacklock (Lo), que se encuentra sola porque su novio, Judah,
se ha ido de viaje por trabajo. Desde ese momento, no se siente segura en ningún
lugar y menos en el camarote de un barco, completamente sola.
La
trama gira en torno a Lo, una periodista de viajes que debe asistir a la cena de bienvenida del Aurora
Borealis para conocer a los anfitriones, Richard y Anne Bullmer. Cuando se está
vistiendo con la ropa de cóctel, se da cuenta de que no tiene rímel y decide pedírselo
prestado a la chica del camarote contiguo, la mujer del camarote 10. Al acabar
la cena, vuelve al camarote (un poco ebria) y oye gritar a la mujer del
camarote de al lado. Pero, al informar de este suceso al jefe de seguridad,
este le dice que ese compartimento siempre ha estado vacío. ¿Cómo es
posible? ¿Quién le prestó el rímel? ¿Y las manchas de sangre en el balcón? ¿Se
las ha inventado? ¿Y si todo es fruto de su imaginación?
Era el ruido de la puerta del
balcón del camarote contiguo abriéndose con suavidad. Contuve la
respiración y agudicé el oído. Entonces oí un chapuzón. No fue una simple
salpicadura. No, fue un chapuzón grande. La clase de chapuzón que
hace un cuerpo al caer al agua.
Miré hacia el balcón contiguo al
mío. Una mampara de vidrio esmerilado separaba los balcones, pero me asomé y vi
dos cosas. La primera fue que había una mancha en la barandilla. [...] Una
mancha que parecía sangre. La segunda, más que una imagen, fue un discernimiento,
una noción que hizo que se me revolviera el estómago.
Una novela trepidante, llena de intriga y misterio,
con momentos de tensión e incluso de angustia que te obligan a leer más y más.
Un libro que se lee del tirón ya que solo quieres descubrir la verdad. ¡Y qué
verdad! Un final extraordinario, muy bien hilado, y que queda abierto a la
imaginación del lector: “Baile de Tigger”.