Título: El faro del silencio
Autor: Ibon
Martin
Fecha de publicación: 2021
Editorial: Debolsillo
Páginas: 460
Precio: 12,30
€
Una tarde de otoño, el cuerpo de una mujer aparece a los
pies de la torre de luz de un remoto faro de la costa vasca. Leire, la
escritora bilbaína que ha encontrado el cadáver, se convierte en la principal
sospechosa. Desesperada, se verá obligada a iniciar una investigación que
sacará a la luz intrigas familiares y conspiraciones económicas. Sus pasos no
tardarán en desvelarle que está ante un imitador del Sacamantecas, el brutal
asesino en serie que aterrorizó Vitoria en el siglo xix.
Con personajes caracterizados con esmero y una fascinante
ambientación, Ibon Martín mantiene al lector en vilo hasta la última página de
una escalofriante historia que deja al descubierto las debilidades del alma
humana.
Opinión
“Olía a muerte; a muerte y maldad”
En las frías costas de Pasaia, dos historias de épocas diferentes
se entrelazan misteriosamente. Aunque separados por décadas, los destinos de la
escritora Altuna en 2013 y el drogadicto Triki en 1983 se encuentran conectados
por un mismo lugar: el Faro de la Plata. Bajo la atenta mirada de este faro,
sus vidas se unen tejiendo, así, una sola trama que revela la verdad oculta.
El faro del silencio destaca por su prosa clara y sencilla, unas descripciones tan detalladas
que te transportan a este lugar idílico que es Pasaia y un hilo argumental que
te mantiene en vilo en todo momento, preguntándote: ¿Quién será el asesino?
¿Por qué se lleva la grasa de las víctimas?
A finales del
siglo diecinueve se extendió una espantosa creencia según la cual la grasa
humana tenía poderes casi milagrosos –comenzó a explicar el experto–. Con ella
se podían hacer pociones, ungüentos y cataplasmas que supuestamente sanaban
enfermedades que la medicina tradicional no era capaz de curar. Horrible,
¿verdad?
“El malnacido que esté haciendo esto está copiando los
crímenes del Sacamantecas”.
Uno de los elementos clave de este libro es el Faro de la
Plata, testigo silencioso de los crímenes y vínculo entre las dos épocas. Más
allá de ser un guía en la oscuridad, representa un enigma
lleno de misterios y secretos que conecta los dos mundos.
El primero cayó sin avisar. No fue
más que un resplandor lejano sobre la línea del horizonte. Los siguientes, cada
vez más frecuentes, rasgaron el cielo cada vez más cerca. El trueno que lo
acompañaba, al principio un rumor apagado y casi inaudible fue ganando
intensidad hasta hacer vibrar los cristales del despacho que ocupaba el piso
superior del edificio del faro.
También destaca la asombrosa construcción de los
personajes. Cada uno tiene una personalidad y unas motivaciones bien definidas,
lo que los hace muy reales y auténticos. Su evolución añade profundidad e
interés a la trama.
Ibon
Martin juega con las expectativas del lector, sembrando dudas y pistas falsas
que mantienen el misterio hasta el último momento. Honestamente, no supe quién
era el asesino hasta el final. Fue una frase, justo unas 50 páginas antes de
terminar, la que me hizo darme cuenta de todo: “Leyó algo que le heló la sangre”.
No me lo esperaba.
“–¿Cómo
no me voy a quedar? –aseguró convencida–. ¿Se te ocurre algún lugar mejor donde
vivir?”
En
definitiva, El faro del silencio no es solo una novela negra que
entretiene, sino también una que te invita a pensar y te sorprende hasta el
final.
¡No
te la pierdas!